“Al fin de cuentas, el objetivo de esta nota no era preguntarse por el buen o mal uso de los checks and balances, sino recordar que este mecanismo es un componente esencial de la forma republicana consagrada por nuestra constitución en su artículo primero. Reiterémoslo. No un sistema de mera separación o disociación del poder en sus funciones legislativa, ejecutiva y judicial, sino de “cierta distribución” (Montesquieu) de estas funciones que garantice un reparto equilibrado y un control recíproco.”
“En tiempos en que esta forma de gobierno se ve indirectamente cuestionada en los ataques a la Corte Suprema proferidos desde las voces más encumbradas del oficialismo, no parece inoportuno recordar estos presupuestos básicos que, en pleno Siglo XXI, sería deseable tener por consabidos.”
Compartimos con ustedes la nota de Enrique Aguilar, miembro del Consejo de Administración y docente de la FOGA.