José Ortega y Gasset
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José Ortega y Gasset nace el 9 de mayo de 1883 en el seno de una familia de la alta burguesía ilustrada madrileña. Estudia en la Universidad de Deusto, y Universidad Central de Madrid. Estudia en Alemania en 1905, 1907 y 1911, donde toma contacto con el idealismo que será la base de su primer proyecto de regeneración ética y social de España. En 1910 es incorporado como catedrático de Metafísica de la Universidad Central de Madrid.
Especialmente decisivo es el año de 1914, año de la Gran Guerra, que ve como una quiebra de los ideales ilustrados. En 1916 emprende su primer viaje a la Argentina, de gran importancia en su trayectoria profesional, y para las relaciones culturales con Iberoamérica. En 1921 publica en forma de libro su diagnóstico de la situación de España en el expresivo título de España Invertebrada. En 1930 publica La rebelión de las masas que tiene una gran repercusión internacional. Promotor de la Asociación al Servicio de la República, no se adscribe a ningún partido, y tiene que exilarse en 1936, pasando de París a la Argentina (1939-1942), para recalar finalmente en Lisboa. Aquí prepara buena parte de lo que queda. Regresa ocasionalmente a España, por la cercanía de su familia y para promover iniciativas con el Instituto de Humanidades en Madrid, donde muere el 18 de octubre de 1955.
Gran parte de la mejor producción intelectual de José Ortega y Gasset está dirigida a los argentinos. Sus tres viajes al país en 1916, 1928 y 1939 junto con sus colaboraciones en La Prensa y más tarde en La Nación le permiten mantener un diálogo permanente con los políticos, dirigentes, intelectuales y jóvenes universitarios argentinos.
En sus presentaciones, artículos y participaciones en círculos académicos y en el mismo periódico destaca las enormes capacidades, promesas y potencialidades de esta joven Argentina. Sin embargo advierte sobre las graves consecuencias de una crisis moral e intelectual en ciernes y nos advierte sobre “la ausencia de los mejores y el cinismo triunfante”.
Con amabilidad nos regaña desde una perspectiva moralista y benévola, aunque rigurosa y clara.
A lo largo de toda su producción referida a nuestro país resalta su respeto por la libertad y la tolerancia, insistiendo en el diálogo constructivo y edificante, la confianza en el futuro, y el dinamismo vital, lo que hacen de su producción intelectual un desafiante y estimulante mensaje para los argentinos de hoy.